Vuelvo a mis tradiciones de las palomitas, de elegir sesiones en las que no hay mucha gente en el cine para poder disfrutar de algún estreno sin notar los pies del tipo de atrás en la parte media de tu espalda.
Me topo con esta película, ya sabéis, americanada en la que se demuestra que esa gran nación llamada EEUU es lo más eficaz del mundo y bla, bla, bla....
Pero como quien tiene boca se equivoca, presento mis disculpas porque al fin encuentro una película americana donde se concede libertad para que a los marines los superen, los metan caña y maltraten durante buena parte de la película. Eso si, cuando a través del título de la película ya sabes que la van a palmar todos excepto el protagonista...se pierde mucho.
A pesar de ello, he de decir que ha estado entretenida, quizás un poco más larga de lo que mereciese y ante todo con el mensaje de todo este tipo de películas...¿quien gana en la guerra?
Los soldados americanos reciben cada uno una docena de balazos y siguen aguantando el tipo, y menos mal que se les acaba la montaña que si no aun están luchando. Es mi humilde opinión cuando digo que los americanos son vencidos por el entorno no por el enemigo en sí, "aprendiendo de Vietnam".
A pesar de todo, no me ha disgustado y eso que Mark Wahlberg es un "actor" que prefiero no catalogar porque hay momentos que lo quiero y otros momentos que lo odio.
Tengo que destacar el inicio y el final de la película por dos motivos muy diferentes: el inicio porque se muestran escenas reales de los entrenamientos de estos marines y sólo de ver como los gritan he comprendido que nunca podré ser la teniente O'Neil porque me he hecho una bolita en la butaca y casi me pongo a llorar y el final porque muestran de manera muy respetuosa a los muertos y a sus familias es un acto de homenaje que hace que se te ponga un nudo en la garganta.
Nos vemos pronto.
Blogquetera
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